miércoles, 22 de mayo de 2013

Rulada con ferrocarril


Ya sé que no toda la provincia de Guadalajara es Alcarria, ni toda Castilla La Mancha es manchega. Pero en este camino on line por el que discurrirá este blog, la Guadalajara de Méjico, que de hija ha pasado a hermana mayor, engulle todo lo que pasa por delante de sus fauces. Por consiguiente, estamos obligados a buscar una manera de ser identificados por el mayor número posible de lectores sin perder entidad ni dignidad, y en ese campo entre virtual y sentimental, la Alcarria es patria común de todos los guadalajareños, incluso de los que no han nacido ni viven entre las orillas de los ríos  Henares y Guadiela, como marcan las enciclopedias.

Hecha la aclaración, no podría arrancar esta cita viajera y gastronómica semanal de los miércoles  sin un obligado homenaje en el recuerdo.  Santos García, cocinero y dueño del restaurante La Granja en  Alcuneza, fallecía hace unas semanas en un accidente de tráfico. Con sólo 27 años se había ganado el respeto de sus compañeros de profesión y la fidelidad de un destacado grupo de comensales.

He de decir que conocí antes su rulada de manita rellena, que su sonrisa parca, noble, y su facilidad para escuchar consejos y comandas. Santos era un gran profesional de los fogones que no gustaba de perderse en interminables y sofisticados  experimentos de laboratorio gastronómico, que tal vez le superaban en tiempo y conocimientos. Amaba la nueva cocina, admiraba a los grandes maestros. Sabía de sus limitaciones y apostaba siempre por un plato ganador, fiel a su tierra, a su concepto del buen yantar y por supuesto, a sus clientes. En el Concurso de Pinchos y Tapas Medievales de Sigüenza  era el cocinero a batir. Hace ya cuatro años sorprendió a todos con su rulada, pero después vinieron el solomillo de ternera sobre lecho de verduritas con suquet de setas y foie, y cómo no,  su celestial semifrío de rabo de toro sobre mouse de queso con pan de nuez y falso donut. Para repetir.







Pues en homenaje a Santos, y antes de acercarnos a comer a su restaurante ( ya sabéis, en el pueblecito de Alcuneza, a 100 kilómetros de Madrid y cinco minutos de Sigüenza en dirección al nacimiento del Henares) os recomiendo una parada en Baides. Acogedor, cuidado y coqueto, Baides parece una estampa, un pueblo en el que  a uno le apetecería perderse, da igual en invierno que en verano. Con sus huertas acompañando al río en su descenso hacia la ciudad de Guadalajara; su puente con solera; su iglesia con restos románicos en cuyo interior, no hace mucho, aparecieron unas arcadas medievales que nadie sabía de su existencia y muchos pensaron que se trataba de un milagro; sus calles desiguales y en cuesta; su viejo palacio poblado de historias y que contó en tiempos con apeadero personal para el señorito... En fin, Baides es el  lugar ideal para descansar, para iniciar un paseo por las vegas de los ríos Salado y Henares que unen aquí sus aguas, o para ascender hasta el paraje de la Cruz, desde donde se divisa una hermosa vista de este pueblo que llegó a tener casi seiscientas almas en los años cuarenta del pasado siglo y que hoy apenas ronda el centenar, cifra que se multiplica por veinte en verano.



Para llegar a Baides, el desvío lo encontráis a mano izquierda, al coronar un repecho, según se avanza por la carretera que une la A2 con la ciudad seguntina, localoidad en la que no nos detendremos en esta ocasión, tiempo habrá de hacerlo. Hoy, en nuestro viaje, hacemos una parada antes y después. Pero por supuesto, si os sobra tiempo, Sigüenza tiene la habilidad de ser la ciudad más aprovechable de la provincia de Guadalajara. Y si os va la naturaleza, en su término municipal se encuentra el Parque Natural del Río Dulce.

Bueno, pues en Baides, pueblo de ferroviarios, donde nació el escritor Ángel María de Lera, hay un museo al aire libre dedicado al tren. Se extiende a lo largo de un singular paseo, que comunica el casco urbano con el barrio de la estación. Se trata de una inmensa arcada de chopos que arropan “bajo palio” al paseante en su ruta celestial.


Junto al río, cinco paradas, en cinco estaciones, por supuesto hechas a pie, nos cuentan la historia de ese “caballo de hierro” que ha marcado la historia de la humanidad. Viejas locomotoras restauradas, auténticas obras de arte de la ingeniería y la mecánica que nos trasladan a las viejas novelas de finales del siglo XIX; casetas, pasos a nivel, herramientas, catenarias y un sinfín de artilugios perfectamente expuestos gracias al tesón de Antonio, su alcalde y de un grupo de colaboradores.




Baides es un pueblo cuya historia no sería la misma sin el tren. Os aconsejo que no sólo hagáis una lectura detallada de los paneles explicativos desarrollados al pie de cada una de las estaciones, sino que preguntéis a los baideños, que les tiréis de la lengua para que os cuenten cómo funcionaban los trenes de antes, para qué servían los depósitos de agua que abastecían al convoy, cómo se realizaba el cambio de vías si no había corriente eléctrica, cómo se comunicaban el conductor de la locomotora y los jefes de estación...
Andar por el Paseo de la Estación de Baides es viajar por la  historia del ferrocarril mientras recorremos las orillas del Henares,eso sí, antes o después de haber degustado la rulada que el bueno de Santos nos dejó como legado. Una manera de apostar por el tren tradicional (Desde la estación madrileña de Chamartín hasta Baides hay poco más de una hora de trayecto). Durante tantos años, líneas como la que atraviesa la mitad occidental de la provincia de Guadalajara han vertebrado al mundo rural de nuestro país. Hoy estas vías que traían y llevaban vida están en peligro de muerte por falta de rentabilidad económica, de sensibilidad política y de ideas que las hagan útiles y socialmente rentables, como el Tren Medieval de Sigüenza, una interesante apuesta turística que une Madrid con Sigüenza todos los sábados de la primavera y el otoño, y de la que hablaremos en otra ocasión. ¡Ah! Se me olvidaba, en el bar de la estación de Baides se comen buenos guisos de encargo, cocina cántabra de la de antes y con buena relación calidad precio.









Y una última recomendación, si se os olvida buscarnos los primeros días, por la falta de costumbre, aquí ,a la derecha del blog, dejáis vuestro e-mail y recibiréis en vuestro  correo el enlace puntual todas las semanas. Nos vemos el miércoles que viene.





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1 comentario:

  1. Hola Pedro:
    Nuevamente gracias por compartir tus sapiencia y literatura con todos nosotros.
    Ya era hora, pues se te echaba en falta, al igual que a otros compañeros; escribiendo y leyendo cosas buenas, interesante, pero sobre todo: bien escritas.
    Bienvenido.
    Como siempre, gracias por todo.
    Un abrazo.
    Avelino.

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